Adolfo Bioy Casares (1914-1999)

Nació en Buenos Aires el 15 de septiembre de 1914 en el seno de una familia burguesa, por lo cual pudo dedicarse en exclusividad a la literatura.

Escribió su primer relato a los 11 años y publicó su primer libro a los 15.

Desencantado del ambiente universitario, dejó inconclusas las carreras de Filosofía y Letras y Derecho.

En 1932, año en que publica su primera novela, conoce a Jorge Luis Borges, quien se convertiría en su amigo inseparable y colaborador literario (bajo el seudónimo, entre otros, de Honorio Bustos Domecq). Aún hoy, muchas veces es considerado como un escritor menor bajo la sombra de Borges por personas que, evidentemente, no han leído a ninguno de los dos. Lo cierto es que ambos escritores se alimentaban mutuamente de las ideas del otro, tanto que se me hace difícil imaginar la obra de Borges sin la influencia de Bioy ni viceversa.

Viajero infatigable y ávido lector desde edad muy temprana, era un dandy enamoradizo y mujeriego, a pesar de encontrarse felizmente casado con Silvina Ocampo desde 1940; año en que, a la sazón, publicó su novela más famosa: La invención de Morel.

Su obra está plagada de acontecimientos inexplicables y alucinantes que suceden en un ambiente cotidiano y hasta costumbrista magistralmente pintado. Muchas veces, el elemento fantástico es tratado con un tono finamente irónico, parodiando el género con la sutileza literaria típica de su estilo.

Fue uno de los más destacados autores de la literatura fantástica universal, incursionando con la misma efectividad en el género policial y la ciencia ficción.

En sus últimos años, era dueño de la biblioteca personal más extensa de América.

Murió en Buenos Aires el 8 de marzo de 1999. Poco antes había dicho: «No me gusta nada la idea de morir. Si pudiera vivir quinientos años aceptaría y pediría: "¿no puede darme unos más?".»

Las distinciones más importantes que recibió fueron:

  • Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores —SADE— (1975)
  • Miembro de la Legión de Honor de Francia (1981)  
  • Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires (1986)
  • Premio Cervantes (1990)
  • Premio Internacional Alfonso Reyes —México— (1990)
  • Premio Konex de Brillante (1994)

Libros reseñados:
Dormir al sol


He guardo deliberadamente para el final el dato curioso de esta semblanza, que casi merecería un post aparte:

Bioy era hijo de Adolfo Bioy Domecq y Marta Ignacia Casares Lynch. Marta, a su vez, era hermana de Vicente Lorenzo Casares que en 1889 había fundado La Martona, primera industria láctea del país. Dicho sea de paso, el nombre La Martona era un homenaje de don Vicente a su hermana Marta que, al parecer, era bastante robusta.

A qué vienen estos cotilleos de televisión vespertina, preguntarán ustedes. Pues bien: Corría el año 1935. Bioy tenía 20 años y Borges, 36. De ese año data la primera obra en colaboración de la dupla (7 años antes del primer libro de Bustos Domecq). ¿Su título?: «La leche cuajada La Martona - Estudio dietético sobre las leches ácidas». Pero aquí no termina lo insólito. Dejemos que sea el propio Bioy quien nos lo cuente:

«Mis tíos me encargaron —un poco como para estimularme en la literatura, aunque parezca un tanto absurdo— un folleto científico, o aparentemente científico, sobre las virtudes de la  la leche cuajada y el yogurt. Pagaban 16 pesos la página, que era bastante dinero. Yo sabía que Borges estaba pasando momentos de estrechez económica y le propuse que hiciéramos eso juntos. Nos fuimos a la estancia que los Bioy tenían en el partido de Las Flores. La casa estaba casi destruida. Hacía muchos años que habíamos arrendado el campo, y era una casa muy vieja, de 1837. El único cuarto que estaba más o menos bien era el comedor. Hacía un frío tremendo. Escribimos el folleto en ese comedor, en cuya chimenea crepitaban ramas de eucalipto, bebiendo cacao, hecho con agua y muy espeso. Aburridos por el tema, pensábamos qué bueno sería escribir, un día, cuentos. Aquel folleto significo para mí un valioso aprendizaje. Pasaron años, y un día —en casa de mis padres en la Av. Quintana 174— estaba Borges y le dije: "¡Caramba, por qué no cumplimos el deseo que teníamos entonces y escribimos algún cuento!".»

Dicen quienes lo han leído que el resultado fue un texto antipublicitario, con despliegue erudito y un lenguaje afectado que se da de bruces con el impacto directo que se requería. Entre las exageraciones constan la sobrecargada biografía de Elías Metchnikoff, el ruso bajo cuyo método La Martona elaboraba el producto, las prolíficas citas científicas sobre los beneficios de la cuajada que se adornaban aún con citas bíblicas y, entre otras cosas, la ejemplificación de las ventajas de su ingesta con la longevidad de una familia búlgara que tenía la cuajada como base de su alimentación: «Es clásico el ejemplo de los Petkof, once hermanos que rebasaron todos los 100 años, excepción hecha de María Petkof, que murió a los 91». En ese folleto aparecieron los primeros elementos que constituirían el estilo de Borges: La mezcla de citas falsas con citas verdaderas, el humor irónico y el intento de dar verosimilitud a la ficción.

7 comentarios:

  1. Muy interesante.
    Sobre bajar la persiana, eso denota la completa incomprensión del medio. Esto no es una tirada en papel. No es muy acertado llamarlo inútil sólo por no recibir comentarios. Una gran parte de la gente no suele comentar nada. Además ya que está armado para qué quitarlo?, en todo caso reduce la regularidad con que publicas. Hazlo de vez en cuando... si te apetece, pero déjalo online que será de gran utilidad para alguien que en algún momento lo pueda necesitar.

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  2. Hola Iván, yo a veces te leo pero no comento. Me ha parecido muy interesante el "cotilleo" que has contado :) Si bajas la persiana, allá tú...lo hasta hoy publicado habrá valido la pena.

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  3. Ups...soy Laia...lo que me ha publicado desde la cuenta de mi padre...sorry

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  4. Bruno!
    Es verdad que no conozco el medio, pero sé que es muy poca la gente que comenta. El tema es que estoy recibiendo unas 40 visitas por semana (el 10% de las cuales vienen de Alemania ¿quienes sois, amigos alemanes? Me intriga saberlo).
    Me parece que es una cifra muy baja y quería saber si entran por error o realmente hay alguien leyendo, más que nada porque me consume mucho tiempo este blog (más que Genteovejuna, sobre todo las notas biográficas).
    Te haré caso y reduciré la periodicidad (a partir de fin de mes) porque estoy descuidando mucho el otro blog y no creo que eso sea muy inteligente(recién hoy me pondré a corregir el cuento que saldrá publicado el jueves).
    Y no, nunca pensé en borrarlo de la web. En todo caso lo dejaría sin actualizar.
    Abrazo!
    Laia:
    ¿Qué haces metida en la cuenta de tu padre? ¿Suplantando personalidad?... Dile que hace bonitas fotos de paisajes ;P

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  5. Hey, a mi me encantó el comentario y me gusta mucho este blog, casi te diría que aprendo más con este que con el otro. Arriba esa autoestima carajo!! Ni cerrar la persiana ni bajar la frecuencia de publicación.
    Deja de quejarte y ponete a laburar y si te lleva tiempo dormí menos. Que querés, que en menos de un mes tengas 7 millones de visitas? Mientras no te crezcan las tetas y las muestres en you tube, lo veo complicado. Ánimo hermano, esto es más para vos que para los demás, y los que no lo sepan apreciar que se vayan a la reputa madre que los re mil pario.
    Abrazo grande y por favor pensalo antes de plantearte dejarme sin mis lunes de fisiones.
    Otro abrazo.

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  6. Aclaro que es que se metió solo (el PC) en la cuenta de mi padre pq estaba en su ordenador...son fotos del camino de Santiago :P

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  7. Laín:
    Es verdad, lo hago para mí. Por eso estoy planteándome otra frecuencia de publicación (con alguna compensación al lector). Es que para poder reseñar un libro, vuelvo a hojearlo y, a veces, me lo leo entero nuevamente. Ni hablar del trabajo de investigación que me llevan las notas biográficas (las últimas las termino prácticamente el domingo anterior a su publicación). Esto me hace atrasar el trabajo de Genteovejuna y prefiero centrarme en aquel blog.
    Acabo de borrar la nota amenazadora del post porque no era justa: Revisando las estadísticas descubrí que los dos blogs tienen la misma cantidad de comentarios, con la diferencia de que Genteovejuna recibe, al menos, cuatro veces más visitas que Fisiones... Así que podemos decir que los lectores se implican más con este blog que con aquel. Las ganas eran sólo mías, reconozco.
    Laia:
    Me encantó la aclaración, aunque no hacía falta. Igual las fotos están muy buenas, para el que quiera verlas:
    http://camidelsestels.blogspot.com

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