Por Juan Castillo
Cubierta: José Luís Macías Sampedro
Colección: Luchadores del Espacio
Número: 242
Editorial: Valenciana - Año: 1956
Páginas: 128 - PVP original: 6 ptas.
Valoración: *****
Sinopsis: Mister Maxwell N. Strand, un conocido millonario de Boston, recibe en su despacho a una pareja de periodistas de Morning Press, la guapa morena Leticia Shelf y el larguirucho Thommas Ressel. Le muestran unas sorprendentes fotos de unas extrañas esferas blancas de difusos contornos semejantes a platillos volantes.
En el preciso momento en que los tres se encuentran discutiendo sobre la autenticidad y posible explicación para tan singulares fotos, un inusual ruido hueco, semejante a un gorgoteo, resuena en el exterior tras el amplio ventanal del lujoso despacho en el piso 54 del rascacielos Boston House. Sobre el cielo se recortan las siluetas, dispuestas en hilera, de hasta cuatro objetos voladores que se aproximan como temblado en el espacio.
Al ver que los platillos se elevan alejándose, el millonario se lanza a la carrera, seguido por los periodistas, hasta la alta azotea del edificio. Desde allí, en su helicóptero particular dirigido por su piloto Jim Morely, emprenden los cuatro una temeraria y vertiginosa persecución de las zumbantes esferas blancas que se alejan raudas sobre los cielos de Boston.
Este es sólo el comienzo de una singular y sorprendente aventura que les enfrentará con una singular civilización extraterrestre proveniente de un lejano mundo llamado Yereblu, situado en el confín del espacio, con poderes asombrosos capaces de controlar el espacio y el tiempo congelándolo a su voluntad. Seres de morfología totalmente distinta a la humana, comunicándose por haces luminosos de colores y capaces de provocar confusión y controlar cuerpos y mentes.
Su propósito es una misión de paz, no quieren atacar pero no tolerarán que se les ataque y exigen que todas las armas de las naciones de la Tierra sean depuestas.
Comentario: Una extravagante y singular historia la que se nos cuenta en esta novela. Comenzando por el alucinante primer encuentro del helicóptero de los cuatro protagonistas con las esferas blancas, provocando éstas el destrozo de las aspas del vehículo y su paralización a gran altura sobre Boston. El subsiguiente abandono del averiado aparato caminando por el vacío (ver representación en la imagen de portada), sobre un campo de fuerza invisible y su posterior descenso vertiginoso en paracaídas.
Mención aparte merece el espectacular secuestro en pleno vuelo de un avión comercial con todos sus tripulantes, alterando a su vez las mentes de todos ellos, con la intención de proveerse de un emisario que transmita al Presidente en Washington las exigencias de Yereblu.
La diferente morfología de los extraterrestres con respecto a los humanos se revela en la última parte de la novela, en un inesperado final en que son puestos en fuga por los rayos de sol desviados por simples espejos de mano que para ellos son terribles armas de destrucción.
Entre los protagonistas de la aventura destaca el personaje del millonario, que con gran inteligencia y altos poderes deductivos intenta encontrar explicaciones racionales para todos los inesperados fenómenos a los que se deberán enfrentar.
Una curiosa aclaración del autor para el nombre del planeta de origen, Yereblu, es que el nombre se compone de las iniciales en inglés de tres colores de rayos de luz, yellow, red, blue.
Resumiendo; una original novela, en algunos momentos un tanto confusa por los extraños poderes, difíciles de explicar y entender, con los que el autor a dotado a las criaturas invasoras, seres inmateriales formados de pura energía luminosa.
Originalmente publicado en BolsiLibros
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