Por Iván Guevara
Autor: Marcus Sidéreo (María Victoria Rodoreda Sayol )
Cubierta: Miguel García
Colección: La Conquista del Espacio
Número: 10
Editorial: Bruguera - Año: 1970
Páginas: 128 - PVP original: 10 ptas.
Valoración:*****
Sinopsis: Anaconda es la única ciudad de aquel planeta —por lo demás, desierto—, habitada por descendientes de los antiguos terrícolas. Un día, el profesor Colombers recibe un pequeño paquete proveniente del lejano planeta Cirro. Horas después, su laboratorio desaparece en una devastadora explosión que arrasa con todo ese sector de la ciudad.
Durante dos días se suceden explosiones similares en otros sectores. Las fuerzas de seguridad están desconcertadas, no pueden hacer nada para impedir la destrucción de Anaconda, que pronto será total. Para colmo, Sharma, la hija del profesor Colombers, que puede tener alguna información, ha desaparecido luego de recibir la visita de unos extraños humanoides.
Cuando ya están por finalizar los preparativos para evacuar a los pocos supervivientes del planeta, llega un mensajero para entregar un regalo de Cirro al jefe de seguridad de Anaconda. Cuando cuenta que ese es el último de una serie de paquetes iguales que ha entregado en los últimos días, todo parece esclarecerse: Las explosiones fueron ocurriendo en los sectores donde se entregaban los paquetes. Tomando las precauciones pertinentes abren el regalo y (confirmando las palabras de Sharma, en su última comunicación antes de desparecer), encuentran un simple juguete: un antiguo robot con una llave para darle cuerda.
Ese juguete, al igual que los otros, contiene una carga explosiva de enorme e inusitado poder destructivo. Poco conocen de Cirro, sólo que sus habitantes han alcanzado los máximos conocimientos científicos y filosóficos, son seres sabios y pacíficos, pero entonces ¿por qué se están enviando esos paquetes desde su planeta?
Luego de algunas peripecias, el profesor Zoder, secundado por Renni —un valiente piloto, pretendiente de Sharma— logran trasladar a los supervivientes a la estación intermedia, un satélite donde estarán a salvo.
Renni, con una nave de exploración, se interna en una zona desconocida del espacio en busca de un planeta habitable. Encuentra uno que puede serlo, pero está dominado por unos gigantescos robots que magnetizan y devoran a todas las naves que se les acercan. Milagrosamente, logra escapar de ellos.
El profesor Zoder consigue establecer comunicación telepática (sic) con los habitantes de Cirro, que le piden ayuda a los humanos. Utilizando tecnologías imposibles, son trasladados al lejano planeta, donde Renni se reencuentra con Sharma. Los habitantes de Cirro informan a los humanos que el planeta se encuentra bajo el dominio del Gran Zurlín, un dictador proveniente del vecino planeta de Alehora. Él fue quien envió los robots destructores a Anaconda. Su poderío militar no tiene rival y, juntos, deberán buscar la manera de derrotarlo.
Comentario: El argumento de Muñecos de muerte es bastante clásico tanto en planteo como en soluciones. Lo que hace destacable a la novelita es el dinamismo cinematográfico de las escenas que —por momentos— se resuelven de manera delirante. La estructura narrativa es correcta, no aporta ni molesta. Para leer con los ojos del tiempo, cumple con creces lo que se propone: unas cuantas horas de buen entretenimiento.
Nota: Muñecos de muerte fue reeditada en el número 20 de la colección Infinitum Ciencia Ficción de Producciones Editoriales (año 1986, PVP: 40 ptas.). Desconocemos la identidad del portadista. Como dato curioso: el seudónimo de la autora, en esta edición, cambia ligeramente por el de Marcus «Siderio».
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