SERIAL COMPLETO

Su presupuesto inicial de 81.924 dólares (contra 350.000 que gastó la Universal en Flash Gordon), fue el más bajo destinado por la Republic para uno de sus seriales. Aunque, finalmente los gastos se excedieron en un 21,1% y el coste de producción real fue de 99.222 (el tercero más barato de un serial de la Republic).
Filmado entre el 3 y el 28 de marzo 1936, tuvo el número de producción 417.
El protagonista, Ray "Crash" Corrigan, era un doble de riesgo que había trabajado en producciones como Tarzán de los monos. Con este serial, comienza su carrera como actor principal.
La trama gira en torno a una guerra civil desatada en el continente perdido de la Atlántida y los intentos de Corrigan por detener al usurpador Unga Khan —el malo de turno—, ya que este posee un rayo desintegrador capaz de generar terremotos en la superficie. Así es como planea adueñarse del mundo...
En 1966, el serial fue reeditado en una película para televisión de 100 minutos titulada Sharad of Atlantis.
Dirección: B. Reeves Eason y Joseph Kane
Producción: Nat Levine
Guión: Tracy Knight, John Rathmell, Maurice Geraghty y Oliver Drake
Elenco: Ray "Crash" Corrigan, Lois Wilde, Monte Blue, William Farnum, Boothe Howard, Raymond Hatton, C. Montague Shaw, Lee Van Atta, Smiley Burnette, Frankie Marvin
Música: Harry Grey
Fotografía: Edgar Lyons y William Nobles
Montaje: Dick Fantl, Helene Turner
Distribución: Republic Pictures
Fecha de estreno: 30 de mayo de 1936

País: Estado Unidos
Idioma: Inglés
Presupuesto: 81.924 dólares (coste negativo final: 99.222 dólares)
Capítulo 1: Beneath the Ocean Floor
Aunque esta serie no alcanza la concatenación argumental ni la fluidez escénica de Flash Gordon, si tiene el sabor clásico de la época en que se realizó y rápidamente lo ambienta en dicha narrativa; lo que se traduce en un trabajo bien realizado y entretenido, al mirararse con los ojos de principios del siglo XXI, es educativo, nos permite reflexionar sobre los adelantos en actuación, en guiones, ambientación, dirección y otros recursos. Todo lo anterior nos asegura un gran disfrute y mucho aprendizaje reflexivo histriónico. Gracias por permitirme disfrutar de esta experiencia maravillosa.
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