Por Manuel Rodríguez Yagüe
El primer editorial de Campbell
sobre Hiroshima no apareció hasta noviembre de 1945 debido a los retrasos
propios del negocio (correcciones, imprenta, distribución…), pero en el mismo
afirmaba: «La Civilización… ha muerto.
Ahora estamos en el interregno».
En diciembre de 1945, Campbell
publicó una parte sustancial del Informe Smyth, el documento
gubernamental sobre la investigación nuclear norteamericana dado a conocer tras
la rendición de Japón y la primera vez que el mundo —incluidos los propios
investigadores del Proyecto Manhattan— tuvo una visión global de la cuestión. A
medida que la paranoia de la Guerra Fría se intensificaba, el Informe Smyth fue a veces considerado
como un acto de sabotaje de elementos liberales «infiltrados» en el Proyecto,
simpatizantes del naciente sentimiento entre la comunidad científica a favor de
la desclasificación de todos los secretos atómicos.