En algún lugar del tiempo (1975)

Autor: Richard Matheson (1926-2013, USA)

Título original: Bid Time Return (inglés)

Otro título: Somewhere in Time (reediciones posteriores a la película de 1980)

Páginas: 332 

Contexto: 1971. Richard Collier es un guionista de Hollywood de 36 años al que se le detecta una enfermedad terminal. Haciendo balance, se replantea el escaso compromiso con el que ha vivido y decide coger la carretera hacia el sur, sin rumbo determinado, para intentar buscarle un sentido a su vida y, a la vez, no convertirse en una carga para su familia cuando llegue el fatal desenlace.

Tema: Los primeros capítulos nos cuentan el comienzo del viaje, con algunas experiencias oníricas bellamente descriptas pero que —aún después de terminada la lectura de la novela— no queda muy claro a dónde conducen. Richard lleva una grabadora en la que va dejando registro de su viaje, con la intención de escribir su último libro. Estas grabaciones, en la ficción de la novela, son encontradas por su hermano Robert después de su muerte. Una vez transcriptas, componen el corpus del libro que estamos leyendo.

Llegado al Hotel del Coronado (en San Diego), Richard Collier, hace noche y descubre un retrato de Elise McKenna, una actriz de teatro que estuvo alojada en el hotel en 1896. Se enamora obsesivamente de ella y comienza a leer cuanto libro consigue. Reconstruyendo la biografía de Elise descubre que, luego de su estadía en ese hotel, su capacidad interpretativa creció enormemente, consagrándola como una de las mejores actrices de su época. A la vez, se convirtió en una ermitaña taciturna. Sus biógrafos coinciden en que vivió un corto romance que la marcó para toda la vida y, hasta el día de su muerte, esperó el regreso de su amado.

Richard accede a los libros del hotel y descubre que, en el mismo periodo de tiempo en que Elise se alojó allí, en 1896, aparece su propia firma —la de Richard Collier— registrada en otra habitación.

A partir de ese momento comienza a investigar con la posibilidad de viajar en el tiempo, convencido de que fue él mismo el amor perdido de Elise.

Mediante una especie de hipnosis filosófica —cuya explicación no daré aquí para que la descubráis por vosotros mismos— logra viajar a 1896 y conocer a Elise. La misma naturaleza del método utilizado para el viaje temporal hace que la permanencia de Richard en el siglo XIX sea muy endeble, ya que parece estar limitada al entorno del hotel.

A partir de aquí, la trama ya está planteada.

En algún lugar del tiempo no es una novela de ciencia ficción al uso. A medida que avanza la historia, se convierte en un folletín decimonónico lleno de intrigas (no falta, por ejemplo, el villano de turno, encarnado por William Robinson, representante de Elise, que también la ama en secreto). Hay mucho romanticismo, encuentros y desencuentros, una madre protectora y hasta secuestros y amenazas de muerte con situaciones insalvables al final de algunos capítulos.

Recomiendo, con los ojos cerrados, la lectura de esta gran novela al público en general. Tengo mis reservas, sin embargo, para los fanáticos del género por las expectativas que puedan tener. Para que os hagáis una idea, la temática fantástica subordinada al carácter humano de la trama recuerda bastante a La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares.

Un dato curioso: En algún lugar del tiempo es, según Matheson, una de las dos mejores novelas que ha escrito. Tal vez se deba a que está basada en una vivencia real del autor, que quedó prendado de un retrato de la actriz Maude Adams (en quien basó el personaje de Elise McKenna). Para escribir la novela residió varias semanas en el Hotel del Coronado mientras dictaba sus impresiones a una grabadora, experimentando en carne propia el papel de Richard Collier.

También recomiendo del autor:
El hombre menguante, Soy leyenda (ver peli)

Tengo en cola de lectura:
Más allá de los sueños

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